Es fácil mirar al cielo y decir que así no se puede salir, es muy fácil llamar por teléfono para obtener información y saber a qué hora llueve, aplicaciones y herramientas para saber con exactitud el tiempo que puede hacer…
Pero en nuestro barrio, en nuestra Hermandad, la palabra fácil no forma ni formará parte del vocabulario Mercedario. Lo fácil hubiera sido quedarse en casa, y de hecho, hace dos años nuestra Hermandad pedía por favor a través de un «hashtag» que respetáramos las medidas sanitarias que el gobierno nos recomendaba a todo el mundo. La Merced se quedó en casa, pero ayer nuestra Junta de Gobierno tomó una decisión muy difícil, pero a la vez, fácil.
¡La Merced sale a la calle! Se abrieron las puertas del cielo, y con los rayos de Sol alumbrando el camino de túnicas de color marfil, pusimos rumbo hacia la Santa Iglesia Catedral.
Córdoba contemplaba dos años después como andaba nuestro Señor, y metros más atrás, su bendita madre.
Ese día no había miradas al cielo, salvo para mirar a los que se fueron, los que nos dejaron y querían ver a sus titulares desde arriba. Por ellos también se toman decisiones, por ellos también se sale a la calle, por ellos también hacemos estación de penitencia, por ellos también rezamos, con oraciones, con música, con chicotás, ellos también merecen ver a su Humilde Coronado y a Santa María de la Merced caminando por las calles de Córdoba.
El día era maravilloso, espléndido, en 25 años no recordamos un Lunes Santo como el vivido ayer.
Cae la noche, y el cielo no era negro, así que había que aligerar y llegar pronto a casa. Y si, pasó lo que tenía que pasar. La Merced demostró a Córdoba durante dos horas lo que significa la palabra MERCED, nuestro cortejo perfectamente organizado, sin prisa, andando cuando había que andar, los costaleros arropando a sus pasos y sin separarse de nuestros titulares. Ese día la Merced sólo tenía la mirada puesta en sus titulares, en mostrar coraje, respeto y mucho amor por sus titulares.
Ese día acompañamos hasta recogerse en el «salón de pasos» con música, Coronación seguía rezando, Coronación seguía siendo la novena trabajadera del Señor. Coronación es la banda del señor y nunca dejará que el caminar de nuestros costaleros vaya en silencio, no importa si hay que correr más, no importa si las baquetas resbalan, no importa si las boquillas se escurren. Lo único que importaba era que la Cofradía estuviera unida y llegar a casa como se merece llegar.
Coronación amanece todos los Martes Santo con un orgullo que no se puede explicar, con momentos que guardamos en la retina para siempre, con nostalgia y con ganas de que el tiempo avance rápido para volver a revivir el día más esperado y ansiado por los mercedarios.
No sabríamos qué hacer para poder agradecer todo lo vivido cada Lunes Santo, nosotros solamente podemos ofrecer nuestra música, y siempre creemos que no es suficiente para lo que nuestra Hermandad se merece…
Queremos mostrar nuestro apoyo incondicional a nuestra Junta de Gobierno por tomar una decisión que no era fácil, porque es fácil decir que no se sale, pero no es fácil decirle a la Merced que tenemos que quedarnos en casa. Sabemos de sobra que la gente que no se viste de blanco marfil, de uniforme negro con fajín burdeos, o llevar el costal bajo las trabajaderas de Coronación o Merced entenderían que lo fácil hubiera sido quedarse en casa. Pero estamos seguros de que tras lo vivido el Lunes Santo de 2022, Córdoba no entenderá el significado de lo que es pertenecer a La Merced, pero sí pudo ver que la unión, el cariño y devoción por nuestros titulares es un orgullo del que no todo el mundo tiene el privilegio de poder vivir.
Gracias de Corazón y de Coronación…
Llevamos una vida a tu Merced y siempre llevaremos por bandera desde la cruz de guía hasta el último penitente de la cofradía que gritaremos a boca llena que estaremos con la Merced. ¡Hasta el final contigo!